Onward, emprendemos un viaje épico en lo último de Pixar

Desde el lanzamiento de Toy Story, a mediados de los años 90, la productora Pixar se ha convertido en una auténtica referencia en cuanto al cine de animación, dejándonos películas inolvidables como Buscando a Nemo, Up o Wall-E. Ahora en manos de Disney, que en un principio era su principal competencia, Pixar sigue demostrando que posee ese toque de magia perfecto para llenar de ilusión a los más pequeños y enternecer también a los mayores con cada uno de sus filmes. El último en estrenarse ha sido Onward, una historia de fantasía urbana que se desarrolla en una especie de mundo alternativo donde las criaturas mágicas, como elfos, hadas o centauros, son totalmente reales, pero la magia ha sido cambiada por tecnología.

La película ha sufrido de lleno las consecuencias de estrenarse tan solo unas semanas antes de que estallara esta pandemia mundial, que por supuesto ha vaciado por completo los cines. Su paso por la taquilla no ha sido precisamente bueno, y seguramente se vaya a convertir en el peor fracaso de la historia del estudio. Aun así, eso son solo datos de taquilla, porque la película en sí destila pura magia Pixar por todos los costados, y nos habla de la importancia de las relaciones familiares y los vínculos que creamos con aquellas personas que tenemos más cerca, delas que a veces, por el propio hecho de que siempre están aquí, nos olvidamos.

Qué significa ‘Onward’

Muchos son los que se han sorprendido por el título de la película, y es que Onward puede parecer un vocablo inventado, algo como mágico, ya que tiene que ver con el tema de la película… Sin embargo, su verdadero significado literal es “adelante”, una forma de lanzar a la aventura a los dos hermanos protagonistas que deben realizar una búsqueda intensa, salvando obstáculos y yendo siempre hacia adelante.

De qué trata Onward

Al cumplir los 16 años, un joven elfo llamado Ian Lightfood recibe un báculo como regalo de cumpleaños de su padre, fallecido cuando él era un crío. El bastón tiene propiedades mágicas e Ian lo utiliza para traer de vuelta a su padre con un conjuro que solo durará un día. Sin embargo, la cosa no sale muy bien, y solo es capaz de traer a la parte inferior de su padre, unas piernas. Acompañado de su hermano Barley, Ian comienza la búsqueda de una piedra Fénix para terminar el conjuro y poder así reunirse, aunque sea por poco tiempo, con su fallecido padre. La aventura que tienen por delante unirá mucho más a los dos hermanos y demostrará la valentía y el arrojo de ambos, suponiendo una auténtica odisea en la que tendrá que superar multitud de peligros.

Producción de la película

Pixar desveló hace un par de años que estaba trabajando en una nueva película de género fantástico, que tendría mucho que ver con los juegos de rol más clásico. El director, Don Scanlon, había participado anteriormente en Monstruos University, pero no era considerado “de la primera línea” en Pixar. Sin embargo, la productora le dio total libertad para desarrollar el guion y la historia de Onward a partir de sus propios recuerdos familiares. Como le ocurre a Ian, Don Scanlon también perdió a su padre siendo un crío, y los recuerdos de su hermano y su madre era lo único que tenía para entenderle y tenerle presente. Con la ayuda de otros guionistas, el propio Scanlon firmó un guion que es una aventura de Dungeons & Dragons de libro, una odisea en la que los protagonistas crecen a través de la superación de diferentes peligros.

Disfrazada de fantasía urbana, con ese punto tan curioso de color a seres mitológicos en un mundo en el que la tecnología ha sustituido a la magia, que sí que existe –que se lo digan a la gente de Pixar-, lo que nos trata de vender realmente Onward es la relación entre hermanos, y también la relación paterno filial, así como la importancia de superar nuestros traumas y nuestros miedos estando juntos, avanzando, yendo hacia adelante en colaboración, en lugar de guardarnos todo eso para nosotros mismo. Las voces de Ian y Barley, los hermanos protagonistas, son las de Tom Holland y Chris Pratt, en su versión original, dos actores que están viviendo un momento dulce sobre todo por su participación en el Universo Cinematográfico Marvel como Spiderman y Starlord, respectivamente.

Recepción por parte del público y la crítica

El estreno de Onward se produjo a mediados de febrero en todo el mundo y tuvo un frío recibiendo por parte del público, tanto en Estados Unidos como en el resto del planeta. La película no parecía ser lo que los espectadores deseaban en Pixar, a pesar de que la crítica sí que alabó el esfuerzo de Scanlon por contar una historia diferente y original, basándose en mitos y en juegos de rol. La película ni siquiera ha llegado a los 100 millones de dólares de recaudación, lo que supone sin duda un fracaso para cualquier título de animación de esta envergadura. El que los cines cerraran en todo el mundo pocas semanas después del estreno, por culpa del virus Covid-19, ha sido la puntilla que ha terminado de matar a Onward, una película que seguramente con el tiempo sea mucho mejor considerada.

Censura de Onward

Uno de los puntos curiosos de todo el estreno de Onward ha sido su censura en algunos países asiáticos, especialmente aquellos que tienen leyes contra la homosexualidad. Y es que en lugares como Catar o Arabia Saudí, la película ni siquiera se ha estrenado, y todo porque en una escena, uno de los personajes cuenta con toda naturalidad como está saliendo con una persona de su mismo sexo, en este caso una chica. No se le da mayor importancia en la película, pero solo esa escena ha hecho que algunos países la prohíban, mientras que otros han cambiado por completo ese diálogo, para no desvelar la tendencia sexual del personaje, y así se pudo estrenar en otros como Rusia, por ejemplo.